La parte superior representa a la Purísima rodeada de toda una rica iconografía franciscana y la inferior es una vista de Mazarrón, la más antigua conocida hasta ahora.
El salón de plenos de Casas Consistoriales de Mazarrón acoge este miércoles el acto de donación al pueblo de Mazarrón del denominado 'Grabado del Milagro de Almazarrón', del que es propietario el cronista oficial Mariano Guillén. El grabado fue realizado por expreso deseo del fraile mazarronero Diego Vibanco, quien se lo encargó al artífice grabador murciano Domingo Ximénez de Cisneros en el año 1765.
Vibanco era natural de Mazarrón, (había nacido en el año 1700) y llegó a ser Provincial de la orden de San Pedro de Alcántara en Granada; en 1736 sería elegido Guardián del convento de Franciscanos descalzos de San Diego de Cartagena; fue, también Lector de Teología, Calificador del Santo Oficio y dos veces Custodio de la Provincia de San Pedro de Alcántara. Él correrá con toda la dirección y le encargará al grabador murciano Domingo Ximénez de Cisneros su confección en 1765.
El grabado es una obra de arte en toda la extensión de la palabra. Consta de dos partes bien diferenciadas: la superior representa a la Purísima rodeada de toda una rica iconografía franciscana y la inferior es una vista de Mazarrón, la más antigua conocida hasta ahora, donde se recrea el suceso del Milagro. Esa es sin duda la parte más interesante del grabado porque nos muestra cómo era la población en el año 1765, con imágenes inéditas de la arquitectura urbana de la época.
Se tuvo conocimiento hace aproximadamente un año de la existencia del grabado en la pequeña localidad de Fondón en Almería y, después de diversas negociaciones, fue posible traerlo al municipio de donde un día salió. Todo ese proceso ha sido llevado a cabo por el cronista oficial Mariano Guillén quien, una vez logrado ese objetivo, decidió libremente que pasase a formar parte del patrimonio histórico y cultural de Mazarrón.
Al mismo tiempo, el alcalde Ginés Campillo encargó a Guillén un estudio pormenorizado del documento, que éste ha realizado durante los últimos meses, consultando las fuentes documentales y visitando archivos franciscanos donde se pudiera arrojar luz a la historia de la estampa religiosa. Dicho estudio desvela toda la historia y vicisitudes del grabado, así como su preciosa iconografía, pero, sobre todo, muestra ese carácter de documento fundacional que nos singulariza como población.
Finalmente, también por iniciativa de Campillo, se ha editado el mencionado estudio junto a un facsímil del grabado que será entregado en una misma carpeta a los fieles que asistan este viernes, 17 de noviembre, a la misa de la renovación del voto en el santuario de la Purísima. De esta forma, el grabado que encargase fray Diego Vibanco en 1765 para ofrecer a los fieles mazarroneros en el Santuario, volverá a repartirse, 258 años después, en el mismo lugar.